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Mostrando entradas de septiembre, 2024

Y YA PASARON 44 AÑOS, DE AMISTAD

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  Jorge Hernán Calderón es quizás, la materialización de aquello que hemos denominado siempre como  HERMANO DEL ALMA. Arranco diciendo esto y lo explico de la siguiente forma: Por allá en el año 1980, en el mes de septiembre, el destino decidió juntarnos en el salón de primero de primaria bajo la tutela de nuestra hermosa maestra Julia.  En el caso mío, entré desde el primer día muy ansioso por todo lo que se venía, por los amigos que ya traía desde el Jardín La Abuelita y que seguíamos juntos.  La profe Julia nos recibió muy amorosamente y recuerdo perfectamente un compañero que se hacía en la primera fila en todo el centro, muy bien uniformado, con su mochila de cuadernos y su lonchera. A esta edad para nada era difícil hacer contacto y amistad, así que fuimos caminando juntos desde ese año y uno tras otro hasta llegar a undécimo grado. 11 años que siempre recuerdo con mucho amor y nostalgia, porque de alrededor de 30 compañeros que arrancamos con la profe Julia, s...

UN TEMA INCONCLUSO PARA SIEMPRE...

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    Corría el año 1991, año en que me graduaría del colegio Seminario de Cristo Sacerdote, en Palmira, Valle del Cauca. Como cualquier estudiante de grado 11 colombiano, estaba con la expectativa de lo que pasaría en mi vida. Sentía claramente mi inclinación hacia el arte, las comunicaciones, el desarrollo creativo y, aunque no tuviera ni idea qué ocurriría, algo hizo clic en mí sin siquiera saberlo.  Recuerdo perfectamente estar en grado 11. Recuerdo perfectamente salir del salón de clase a timbrar (era el encargado de timbrar para los cambios de clases) y recuerdo encontrarme con José Mauricio Mejía del Castillo, compañero de salón desde el grado 6to. Mauro iba a entrar al salón y yo iba saliendo y en ese momento escuché que él venía cantando esta frase: “NO, NO QUEREMOS LEY NI QUEREMOS RELIGIÓN, NO, NO QUEREMOS YA ESTA PUTA REPRESIÓN”. Esta frase se me quedó en la mente por siempre como si me la hubieran tatuado con cincel y martillo. Siempre la cantaba, pero no sabía ...